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miércoles, 23 de noviembre de 2011

"Poema"

Anoche, martes 22 de noviembre de 2011, sacando pilchas y desempolvando papeles viejos, encontre un papel que habia escrito en 1999. Un año muy duro para mi. Estaba muy enamorada, con el corazon triste, con el destino incierto, pero como que ya presentia lo que se venia; y le escribi las siguientes lineas a mi amado:

En una noche como esta, solo puedo deducir que mirar sola las estrellas no es tan maravilloso como verlas cuando estoy con vos. No tienen el mismo brillo ni la belleza si vos no estas. El nudo que hay en mi garganta no me permite ver con claridad en el baúl de mis pensamientos: estamos unidos por nuestras almas, lo se, pero eso es como saber que la tierra tiene al cielo; o como ver que las hojas veraniegas esperan ansiosas la desbordante primavera, pero acaban por secarse en el implacable otoño cruel. Necesito que estes junto a mí, en cuerpo y alma, necesito sentir que tu suave y tibia piel trata de escabullirse dentro de la mía tan palida y seca como un trozo de madera.
Necesito tus labios para poder entender al viento, el dia y la noche, la lluvia y el sol. Quiero tu mano pegada a la mia, solo asi puedo ver lo hermosas que son las estrellas en una noche estrellada.
En medio de todo lo que me rodea, me veo yo, escurridiza y vacilante, descubro que estoy sola, tan sola como el mismo desierto o un triste pez en su pecera. Mi cuerpo flota en la misma oscuridad de la que provienen las mismas tinieblas.
Pero no me importa porque sé que volveré a ver aquel rostro lleno de dulzura camuflada en lo profundo de tus negros ojos; hace que desaparezca en mí toda sombra de soledad.
Mas antes, aguardar desesperadamente que el dia muera, nazca el siguiente y que esto se repite varias veces me parece eterno. Pienso y pienso en ti, veo en mi mente desordenada nuestros ratos juntos y me siento aun mas sola como si presintiera que no volveran a pasar más y vuelvo a confundirme, no sé si eres mio o ajeno a mi, entonces es cuando sin querer resbala lentamente una lagrima de mis ojos cansados de esperar, esperar y tener como resultado lo mismo: nada.
Mis pensamientos se desplazan con rapidez hacia tu rostro cubierto de amor (al menos asi me lo imagino), y no se si sentirme feliz o triste; tú allá, yo acá. Espero el dia en que amanezca, recostada sobre la extension de tus pectorales, pero es como esperar a que nazca un gatito del huevo de una gallina, o como esperar apagar cien velas de cumpleaños.
De tanto pensar, imaginar, soñar y solo llego a la conclusion de que te amo. Te amo sin remedio, no pensaba creerlo, pero no puedo negar lo que siente mi corazon al saber que tiene el mismo latido que el tuyo, te amo y no puedo cambiar eso, te necesito y no te tengo, si te tengo, las horas son como el recorrido de un rayo; cuando no estas conmigo, los minutos son eternos, mi amor, te necesito mas de lo que pude creer; te necesito hoy, mañana puede que no esté; si no te lo digo debe ser por estupida o por lo dificil que me resulta decírtelo: Quiero que tu seas libre al amarme, que no estes bajo la presion de las circunstancias y si un dia te das cuenta de que ya no me amas o ya no sientes lo mismo por mi, no dudes ni un momento en decirmelo, no quisiera ser engañada asi, esto seria peor que dejar de amarme.
Ojala te sientas tan feliz como yo por haberte conocido y deseo pues muchos mas momentos felices junto a ti.
Te amo mi amor.
Solo tuya TVU

Si es un sueño, no quisiera despertar.
Si es ilusion, no quiero que se desvanezca.
Si es realidad, no quiero apartarme de ella.
Si es falsedad, no quisiera estarlo viviendo.

No pretendo hacer un analisis, tiene muchos errores de escritura, yo qué sé de la sintaxis ni de literatura. Por eso puse comillas al titulo.
Afortunadamente pude sobrevivir a ese vendaval, sin embargo, me quedaron secuelas, asi como una enfermedad severa deja lesiones de por vida.
Quizá en el presente estoy todavia con la herida abierta, sin embargo , ahora tengo esperanza, puedo ver que el mundo no se me acaba, que todavia puedo vivir, que todo tiene valor, que vale la pena vivir. Y es porque descubrí a mi Creador, al que murio por mi en una cruz para que sea feliz, al que me puede dar vida en abundancia y al que no le tengo que mendigar amor, ese es Jesus. No es facil, pero ahi vamos Señor, ya no estoy sola. Gracias mi Señor.

                                                                                                                    Tatiana Vargas Urgel.

viernes, 1 de octubre de 2010

saliendo con otra...

Decir a tiempo...

Después de 21 años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor.

Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.

Tú sabes que la amas –me dijo un día, tomándome por sorpresa. La vida es demasiado corta debes dedicarle tiempo. Pero yo te amo a ti –protesté-.

Lo sé. Pero también la amas a ella.

La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis tres hijos hacían que sólo la visitara ocasionalmente.

Esa noche la llamé para invitarla a cena y al cine.

-¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? –me preguntó-. Mi madre es el tipo de mujer para quien una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.

-Creí que seria agradable pasar algún tiempo contigo –le respondí- Los dos solos.

Reflexionó sobre ello un momento.-Me gustaría muchísimo- dijo.

Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita… y ¡Por Dios!, cuando llegué a casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con el abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda, su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel.

Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas, me comentó mientras subía a mi auto. No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada.

Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero sí acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera “La Primera Dama”. Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos sólo veían grandes figuras.

Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se delineaba en sus labios.

-Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor –respondí-.

Durante la cena tuvimos una agradable conversación, nada extraordinario, sólo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.

-Saldré contigo otra vez, pero si me dejas invitar –dijo mi madre cuando la llevé a casa.

Asentí.

-¿Cómo estuvo tu cita? – quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche

-Muy agradable… mucho más de lo que imaginé…-Contesté.

Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía: “La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué dos platos, uno para ti y otro para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te amo”.

-En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo “Te amo” y de darle a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.


el collar turquesa

EL COLLAR TURQUESA

Un hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamente.

Una pequeña niña de 8 años llegó a la tienda y apretó su naricita contra el vidrio de la vitrina. De pronto, sus ojos de color del cielo brillaron cuando vió aquello que estaba buscando. Pidió ver el collar de turquesa azul.

- Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?, dijo al hombre del mostrador.

El dueño del negocio miro desconfiado a la niña y le preguntó:

- ¿Cuánto dinero tienes?

Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:

- ¿Eso da?

Eran apenas algunas monedas que ella exhibía con orgullo.

- Sabe, continuó, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su cumpleaños y estoy convencida que estará feliz con este collar que es del color de sus ojos.

El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un trabajado lazo con una cinta verde.

- Tome -dijo a la niña-. Llévelo con cuidado.

Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio.

Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho y preguntó:

- ¿Este collar fue comprado aquí?

- Sí señora, respondió el dueño

- ¿Y cuánto costó?

- ¡Ah!. El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente.

- La joven continuó: Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tenía dinero para pagarlo.

El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la
cinta y lo devolvió a la joven diciéndole:

- Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA.

fraynelson.com

tati: si conocieras cómo te amo...

si conocieramos de verdad como nos ama el Señor, no estariamos buscando por otro lado la felicidad.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

si conocieras cómo te amo...

Si conocieras cómo te amo…
Si conocieras el amor que Dios te tiene…
Si descubrieras lo que Él te quiere regalar…
Si conocieras cómo te amo,
dejarías de vivir sin amor.
Si conocieras cómo te amo,
dejarías de mendigar cualquier amor.
Si conocieras cómo te amo,
serías más feliz.
Si conocieras cómo te busco,
dejarías que te alcanzara mi voz.
Si conocieras cómo te busco,
dejarías que te hablara al corazón.
Si conocieras cómo te busco,
escucharías más mi voz.
Si conocieras cómo te sueño,
me preguntarías lo que espero de ti.
Si conocieras cómo te sueño,
buscarías lo que he pensado para ti.
Si conocieras cómo te sueño,
pensarías más en mí.
                             
              Hna. Glenda